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martes, diciembre 12, 2023

DE MALAS

Hablemos de lo que no se puede hablar.

El cinismo progresista desde la perspectiva y polémica figura de Francia Márquez, la resonada "vipí" del Gobierno del Cambio, que se popularizó por frases como "gobernaré para los nadies", "subí y bajé en jelicótero" y "¡¡¡DE MALAS!!!". 

Digo sin temor a equivocarme que no se puede hablar de ella, pues aquel que ose a cuestionar sus despilfarros, sus viajes inútiles (en cuyas numerosas comitivas incluye al mozo) y sus desafortunadas declaraciones (en las que justifica con racismo inverso los desmadres presupuestales y estilo de vida opulento que lleva) se vuelve víctima del odio bodeguero y del pesado rótulo de 'Racista'.

En este sentido, es importante analizar el discurso de Márquez y reflexionar sobre la forma en la que utiliza los conceptos de racismo, machismo y homofobia para silenciar a aquellos que discrepan de sus ideas.



Así pues, lo invito a analizar el fenómeno del cinismo progresista y cómo este se utiliza como un escudo para evitar cualquier crítica hacia figuras políticas. El caso de Francia Márquez ejemplifica esto perfectamente, ya que cualquier cuestionamiento a sus posturas es inmediatamente tachado de racismo. Sin embargo, es importante señalar que el racismo es un tema muy serio que no puede utilizarse como una herramienta para mutilar la voz de los detractores. Además, el verdadero racismo radica en considerar que alguien no puede ser criticado o cuestionado debido a su color de piel. En ese sentido, no hay persona en Colombia más racista que la señora Francia Márquez Mina.

Por consiguiente no deja de sorprender el cinismo presente en la manera en la que los miembros de esa ideología zurda conciben los derechos (!). La izquierda tiende a fragmentar la sociedad en diferentes grupos y otorgar privilegios a cada uno de ellos, en lugar de promover la igualdad de derechos para todos los ciudadanos. Esto se evidencia en la creación de Ministerios que se enfocan en grupos específicos, como el Ministerio de la Igualdad (cuya regente es precisamente Márquez) o cuotas raciales y de género, que van en desmedro de la meritocracia y la competitividad. 

¡Esto no es igualdad, sino privilegio! 

No iba a publicar nada sobre este tema, de hecho, tenía muchas cosas sobre las que quería escribir (la verdad es que esta narcodictadura del cambio, da mucho, pero mucho tema) pero se me atravesaron las ganas de hacer una crítica al cinismo progresista que Francia representa y la urgente reflexión que nuestra sociedad necesita hacer sobre ello.

En síntesis, es importante superar esta visión simplista y promover el diálogo basado en el pensamiento crítico y en los hechos comprobables e incontrovertibles. Es probable que cuando lo hagamos seamos capaces de hacer un control idóneo sobre los servidores públicos y su gestión, y no quedarnos sentados a observar, cómo mientras se roban el erario, nos dicen: "DE MALAS".


@PeliROLO

El Pelirolo (FB - IG) 

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