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lunes, marzo 26, 2012

SOY DEL AMÉRICA DE CALI Y CELEBRO AL REAL MADRID... ¿Y QUÉ?

¡Nacer en Colombia fue un infortunio! 

Antes de que me maten a punta de insultos los nacionalistas angustiados, déjenme explicar, con argumentos de sobra, de dónde sale esta sacrílega y antipatriota afirmación.

Todo lo que somos es consecuencia de diversos eventos que se remontan 500 años atrás y que si aplicamos la teoría del caos (acerca de la interrelación de causa-efecto que se da en todos los eventos de la vida y que hipotéticamente hablando, asegura que un tsunami en Asia puede generarse por el aleteo de una mariposa en Londres) lo que nos hizo ser "descubiertos" por españoles y no por portugueses o ingleses, determina los principios por los cuales usted hoy se hace matar: ¡Simple causalidad!

Si hoy me dieran a elegir mi nacionalidad, no elegiría ser colombiano. Llámenme apátrida, pero esto de inmunizarse con toneladas de muertos a lo largo de 70 años de violencia ininterrumpida no es para mí. Tener el segundo himno nacional más bonito (no sé según quién), no alcanza para olvidar la corrupción inherente al endémico; tener playas y paisajes no son suficientes criterios para preferir un país donde prima la ley del atajo, del chanchullo y el palancazo. Lo siento, pero Alemania no me hubiera caído mal, a Colombia podría venir de vacaciones... (y eso, con todas las novelas y noticias que orgullosos exportamos, lo pensaría).

En fin, esto de la nacionalidad y todos los "qué hubiera sido si...", son, como decimos en publicidad, meros pajasos mentales que solo sirven como aperitivos de divergencia intelectual.

Aclarado el tema de la nacionalidad, debo referirme a la columna de Adolfo Zableh http://www.soho.com.co/opinion/articulo/no-mas-hinchas-colombianos-del-barcelona/26108 en donde increpa a los hinchas colombianos del Barcelona -el equipo de moda- y nos conmina a seguir al equipo que representa la ciudad de nuestro natalicio, ¡sin razones ni apelaciones!

Debo decirle al señor Zableh que no comparto en lo absoluto sus apreciaciones. Si está claro que uno no escoge dónde nace, por lo menos no nos quite la dicha de elegir qué equipo de fútbol seguir. No se trata de "subirse al tren de la victoria", se trata de rebelarse en contra de la providencia o desgracia de llegar al mundo en ciertos lugares. Por ejemplo, mi mamá que es oriunda de Topaipí (Cundinamarca), en la lógica de don Adolfo, debe vivir y morir por los colores que representan esa meca del fútbol cundinamarqués (?).

Condenas múltiples hemos recibido los colombianos (Piedad, Petro, Marbelle, Yo me llamo, biopolímeros, Revertex...) ¿por qué sumarle la devoción a un fútbol que premia con instancias finales a 8 equipos de 20? ¿Por qué debemos sufrir y alardear de un triunfo o derrota ante las 'Águilas Doradas' o el onceno 'Motilón'?

En ese orden de ideas, si usted nació en un país de creencias protestantes o católicas, se fregó, le tocó quedarse promulgando la fe natal. Ni hablar de la política, bajo la lógica del afamado columnista, todos somos o deberíamos ser liberales o godos (así todo sea la misma chusma). Si habláramos en términos cinematográficos, no habrían "seguidores" del cine europeo o gringo, pero sí una alta tasa de suicidios colectivos... ¿Se imaginan nosotros reducidos a ver únicamente las películas de Dago García o Harold Trompetero? ¡Ahí sí mátenme! 

Con respecto a lo de las camisetas, la verdad no imagino la suerte laboral de alguien que llegue a su oficina luciendo la pintoresca casaca del Pasto. ¿Qué jefe volvería a hacer una fiesta de fin de año, si sus empleados llegan al jolgorio vestidos con la chaqueta del Pereira, el buzo del Huila y la gorra del Envigado? ¡Líbranos Señor!

Lo de las justificaciones está de más, aquí nos justificamos para todo, por qué no para elegir equipo. Unos son hinchas del este o aquel porque el papá así lo dispuso. ¿Qué niño de 10 años nacido en las entrañas de la destruida Bogotá, querría por convicción propia ser hincha de Millonarios o Santa Fe? equipos que no ganan un título hace más de 23 y 34 años respectivamente. ¿Qué clase de futuro le espera a un caleñito que por pura iniciativa siguiera al otrora gran América de Cali, hoy "guerriando" en la categoría B?

Las razones para seguir un equipo son tan banales que ni vale la pena increpar a los nuevos hinchas del fútbol catalán. En mi caso, a pesar de nacer en Bogotá, soy hincha del América de Cali porque cuando tuve consciencia del fútbol, me hice seguidor del equipo en ese momento campeón y ya. Estoy seguro que a muchos les pasó igual, siguieron a sus equipos sin misticismos baratos, sin filosofías inventadas... Si Cúcuta hubiera sido el 'Coco' de esa época, hoy yo estaría abogando y sufriendo por los destinos del equipo de la frontera llamándolo como 'Superchévere' lo hace: el doblemente glorioso (!). Es por eso que Atlético Nacional tiene tantos hinchas, ser el primero en levantar una Libertadores le endosó a todos los nacidos a finales de la década de los 80 ¿Hay algo de malo en eso?

Si alguien dice que le gusta el Barcelona o el Real Madrid, por las razones que sean, funciona para mí. No odio tanto a mis coterráneos como para obligarlos a seguir este fútbol barato y poco competitivo que nos dejó el narcotráfico. No pasamos de la primera ronda en la Libertadores, no ganamos ni la medalla de cobre en los olímpicos (si es que vamos), a los últimos mundiales no hemos asistido y al de Brasil parece que la única delegación que enviaremos es la de periodistas deportivos, que al parecer se refuerza con extranjeros mejor que cualquier equipo criollo.

En fin, mi tolerancia a los hinchas foráneos es tan grande como mi resignación ante la mediocridad del fútbol chibcha.

Inaceptable sí es la violencia que este deporte genera en cualquier situación... Es decir, hay que ser uno un verdadero loser (yeah in english), para hacerse matar en nombre del fútbol, dizque profesional, colombiano. 

Simpático lo del nombre de la cigarrería, yo vi una carnicería que se llamaba 'Carnefour' y no creo que sea una oda a la cultura del retail francés.


@ElPeliROLO