Si bien los sapos pueden ser comestibles, precisan de un tratamiento especial, en el que se deben descartar la cabeza y los costados, ya que allí se concentra gran parte del veneno.
¡Pero ojo! No me refiero a la dieta que incluye a esos simpáticos batracios, sino a los sapos completos (envenenados) de corrupción, nepotismo, impunidad, narcotráfico, terrorismo, insurgencia, y de anuencia con la delincuencia común que diariamente nos hace comer la dictadura narcosubversiva de Gustavo Petro y su Pacto Histórico.
Al respecto, me iba a poner en la extensa y tediosa tarea de recoger cada uno de los sapos que este narcogobiELNo nos ha hecho comer en algo más de un nefasto año, pero en vez de eso dejo esta pregunta en el aire: ¿en qué momento la sociedad 'no progre', "de bien", opuesta e indignada se va a declarar oficialmente indigesta?
Como dicen por ahí "me embarga la duda" acerca de en dónde estará el límite de nuestra cobardía. ¿En qué momento la gota rebosará el vaso?
De verdad que empiezo a cuestionar la tal berraquera de la que siempre nos hemos ufanado los colombianos. Me suena a que esta supuesta valentía está en la misma categoría del segundo himno nacional más lindo del mundo, el país más feliz del planeta y lo de cierto alcalde de Bogotá (guerrillero) que quedó de sexto en un ranking en el que midieron a todos los mandatarios de las ciudades del orbe.
En fin, amanecerá, y amanecerá, y amanecerá (y así durante otro año de Cambio petrista) y veremos.
Dios quiera que cuando las farc se hayan tomado las principales ciudades, el eln esté ocupando la mayoría de sillas en el congreso, los terroristas urbanos de la Primera Línea nos estén cobrando "vacunas" cuando vayamos a comprar el pan del desayuno, cuando el galón de gasolina esté por el orden de los $30.000, cuando todos los familiares de la Alcocer estén manejando todas las entidades estatales, cuando los venezolanos, argentinos y nicaragüences nos estén utilizando como ejemplo de lo que no quieren ser, cuando todos los exjefes paramilitares sean repatriados y nombrados Gestores de Paz y cuándo la mitad de la población esté en cualquier país desarrollado pidiendo plata en los semáforos; simplemente vomitemos tantos sapos que por ser de "bien" nos hemos comido sin chistar.
