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lunes, mayo 03, 2021

LA REFORMA NECESARIA

"Salió la gente a protestar por un mejor país y una vez más, quedó demostrado que lo que necesitamos es mejor gente".


En Colombia se habla de toda clase de reformas, menos de la más importante y necesaria, la reforma personal.

Sí, una reforma de cada uno de nosotros, como seres que hacen parte de una sociedad. Una que acabe de una vez por todas la odiosa costumbre de echarle la culpa a otros de los errores propios. Una reforma que nos demuestre, por ejemplo, la hipocresía existente en robar durante una protesta en contra de la corrupción. 

Necesitamos una reforma que no solo le haga propaganda a los derechos, sino también a los esfuerzos y deberes. Que nos permita ver y entender que nuestro camino no se construye mirando y envidiando el del vecino. Urge en Colombia una reforma que evite nuestra forma violenta de ser pacíficos.

Esta reforma no vendrá de ningún político (así haya algunos que la prometan), pues el único capaz de gobernar su vida y su criterio es usted mismo. ¡Sea usted el Presidente de su comportamiento! Su república demanda un mandatario. En ella usted propone y dispone. En su patria de usted dependerá que su tierra sea justa y tan buen vividero como lo desea. Si el anhelo es el de una nación sin corrupción, pues en su terruño personal no puede permitirse ningún acto deshonesto. Si clama por una Colombia justa, sus acciones deben demostrar una rectitud a toda prueba.

Lo de estos días (y de los otros) más allá de ser la misma película miserable, delirante y triste (solo que con diferente "florero"), es la prueba fehaciente de que lo que le da combustible a nuestros problemas, y a la gente que se beneficia de ellos, es nuestra propia incoherencia. 

¿Cómo pretendemos ser más humanos comportándonos como bestias? ¿Cómo pretendemos ser empáticos si somos selectivos a la hora de elegir las circunstancias con las que empatizamos? ¿Cómo queremos hacer funcionar un país si no sabemos hacer funcionar nuestra propia consciencia? ¿Cómo queremos vivir en democracia si imponemos nuestras ideas de forma totalitaria, arbitraria y violenta? ¿Cómo esperamos que haya decencia en tiempos en donde se nos aplaude por ser grotescos?

Ni voy a entrar en detalles de lo que está pasando, siempre pasa algo, no voy a enjuiciar a este u otro político, no voy a hacerle eco a las arengas que ensucian los discursos, las redes y las paredes; la locura colectiva es el resultado de la suma de actitudes individuales, si como individuos nos gobernamos, seguro llegará el cambio colectivo que todos soñamos, y de paso, el país que queremos.

A esa reforma, yo me le mido ¿y usted?


El Pelirolo (fb) (tw)