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jueves, julio 03, 2014

LA LESIÓN DE UNA ESTRELLA QUE NOS VOLVIÓ UN EQUIPO

Data el 22 de enero de 2014, el Monaco se enfrenta al desconocido Chasselay en un partido de la Copa de Francia (algo así como la Copa Postobón, en donde los equipos de todas las divisiones se enfrentan). 'El Tigre' buscando saciar su insaciable apetito goleador, pide al entrenador que lo ponga a jugar contra el humilde equipo de tercera categoría. A pesar de la reticente opinión del D.T., el ariete entra a la cancha y cerca del minuto 40, el defensa, y también profesor, Soner Ertek se lanza a bloquear un disparo del colombiano, quien abre su pierna para proteger la esférica, con tan mala suerte que el golpe fue a parar en su rodilla izquierda y por ahí en el ligamento cruzado anterior. El delantero cayó y en ese momento las esperanzas futbolísticas de todo un país, también cayeron.



El mundial de Brasil, al minuto en que se confirmó la lesión de Radamel Falcao, aceleró su llegada, ni los mensajes de apoyo, ni los innumerables comerciales en los que se le enviaba "buena energía" ni los detallados reportes de la convalecencia del delantero en los noticieros hicieron que se recuperara a tiempo... Las caras cafeteras aunque entusiastas, no negaban la preocupación existente de encarar un mundial de fútbol sin su máxima estrella.

Sin embargo, hoy y sin tener nada en contra del afamado Radamel, sin haber jugado con Brasil, habiendo visto a las grandes selecciones salir de la cita futbolera y repito, sin desconocer y agradecer desde el fondo del alma los goles del 'Tigre' que nos llevaron al mundial; tengo que decir todo lo que no soporto del samario y por qué creo que su lesión le cayó de "perlas" a la escuadra colombiana.

Empezando por lo más banal, su mote es prestado, carente de creatividad y, aun cuando sé que él no se lo autoimpuso y eso no tiene nada que ver con nuestra selección, un futbolista debería ser diferente hasta en algo tan inocuo como un apodo.

Luego, su sobreexposición. Sus dotes futbolísticas y los logros que ha conseguido en ese campo, lo han vuelto la imagen de múltiples campañas publicitarias. Él hace su negocio (y bobo si no lo hiciera), pero los "creativos", que no lo son tanto, no cuantifican el daño que le hace a su cliente usar la imagen de un futbolista que presta su rostro para otras 15 marcas. Que insoportable me resultaba (días antes) ver la cara del lesionado Falcao vendiendo desde servicios bancarios, hasta cemento, pasando por chocolatinas, gaseosas, sopas y recalando, seguramente en protección femenina. La "falcaomanía" se me volvió "falcaomelitis" y resulta que el único antibiótico para ello fue "Soner Ertek".

Entrando ya en terrenos de juego más pertinentes con esta reflexión, veo la lista de delanteros de la selección (Ramos, Martínez, Teófilo, Bacca e Ibarbo) y no veo ninguna figura rutilante. Ninguno que se ponga bravo con Pékerman si no lo pone como titular -tal como 'El Tigre' lo hizo con Leonel Álvarez en La Paz, ninguno imprescindible que encadile a sus compañeros, ninguno que le "eche" encima los periodistas al técnico, ninguno al que toque darle la pelota durante el partido para que convierta (tal como lo hace en los comerciales de televisión), ninguno como Ronaldo, Balotelli o Rooney, que en este momento disfrutan del mundial a través de un televisor. Lo siento, pero yo veo una lista de delanteros muy buenos que dependiendo el rival y la táctica del 'Profe', han de actuar sin mostrar la sintomología antes mencionada.

Siguiendo con lo futbolístico, la Selección Colombia lleva once gritos de gol (cinco de ellos de James Rodríguez) y durante las celebraciones han bailado, han reído y fervorosamente han festejado cada merecida conquista, pero curiosamente en ninguna de las once celebraciones se ha hecho alusión a Radamel Falcao. En ningún festejo han sacado la casaca de García (que dicho sea de paso ya viste Teófilo Gutiérrez) para homenajear a ese que otrora reciente, fuera el único referente de la selección de Pékerman. La única explicación coherente es que los jugadores se sintieron excluidos y disminuidos dado el excesivo clamor periodístico que se le dio a la posible ausencia de Falcao. Creo que pensaron: "¿entonces sin él no podemos?". Camilo Zúñiga, por ejemplo, estuvo lesionado también y por poco se queda fuera de la cita carioca, sin embargo para él, quien también es fundamental en el equipo -por la banda derecha- no hubo nada de ofrendas, oraciones, canciones y mensajes que sí recibió Radamel, en consecuencia hoy esos jugadores por los que nadie daba un peso sin Falcao, están demostrando con juego colectivo, entereza, humildad y berraquera, que son tremendo equipo de fútbol y que su fiereza no depende del rugido de un solo tigre.

Finalmente y habiendo visto con agudo detalle la selección con Falcao y la selección sin Falcao, me quedo un millón de veces con la que no cuenta con el tenaz delantero. Tengo 34 años de vida (tiempo en el que que he visto en incalculables oportunidades al equipo nacional) y jamás me había sentido tan orgulloso y confiado antes de un enfrentamiento con los pentacampeones del mundo. Creo ciegamente que si los pormenores políticos, económicos y sociales que se ciernen sobre la FIFA no benefician al anfitrión del torneo, en este caso Brasil, Colombia puede ser no solo ganador del partido del viernes en Fortaleza, sino también campeón del mundo. El combinado por el que opto -sin Falcao- juega como un equipo, es solidario, es orgulloso pero no arrogante, no subestima y no se arruga, sabe ir hacia adelante y para atrás, sus integrantes (que parecen seleccionados con exquisita precisión) no exhiben afanes de grandeza individual, no parecen perseguir intereses particulares, no juegan pensando en lo que pasará después del mundial, sino que están viviendo el momento y nos lo están haciendo vivir a nosotros... Cosas que no pasaban cuando estaba el denominado "mejor nueve del mundo" en la cancha.

Tengo grabado (y lo comparto) el segundo gol de Colombia contra Uruguay y aun cuando hemos visto unas auténticas obras de arte en el campeonato, este gol (en la opinión de este humilde servidor) demuestra, literalmente, qué es "jugar (hacer algo para divertirse y entretenerse) fútbol".


Repito, no tengo nada en contra de Radamel, pero estoy seguro de que con él en la selección de Pékerman no estaríamos hablando del centelleante momento de James Rodríguez (¡Crack!), sino de la falta de gol de Falcao; no estaríamos hablando de la resurrección goleadora de Jackson, sino de la falta de gol de Falcao; no estaríamos hablando de los excelentes y oportunos cambios del entrenador, sino de por qué sacaron o no sacaron a Falcao.

El viernes 4 de julio se acerca. Nos enfrentamos al local, al favorito de la gente, al consentido de la FIFA y al más veces campeón. Creo firmemente que aún sin haber dado el pitazo inicial, Colombia ya ganó porque tiene, por primera vez en su historia, una 'Selección Nacional de Fútbol'. Me da pena admitir que tuvo que lesionarse el mejor jugador que hemos tenido para poder decirlo.

@ElPeliROLO