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martes, febrero 16, 2010

EXTREME MAKEOVER

Hace unos días me encontraba en mi casa a horas non sanctas viendo televisión, de pronto me crucé con el canal People and Arts en el que empezaba unos de sus más afamados shows, Extreme Makeover Reconstrucción Total.

Para aquellos que no lo han visto, el programa se parece mucho al que hace un tiempo transmitía RCN y en el que transformaban el físico de una persona después de múltiples procedimientos estéticos. Pues este es lo mismo, pero con casas.

La idea general es que llega el equipo de diseñadores liderado por un ex modelo filántropo y medio alborotado a la casa de una familia que ha padecido alguna calamidad, puede ser que uno de sus miembros tuviera algún tipo de discapacidad o una familia con una precaria situación económica (entre otros casos). Ty (así se llama el precipitado líder), los envía de vacaciones a Disneylandia con la promesa de que una casa nueva los esperará a su regreso en siete días. Todo esto se hace después de unos cortos períodos de investigación, donde cada integrante de la familia beneficiada le da a los diseñadores datos sobre sus gustos y deseos para que ellos tengan temas para el eventual diseño y posterior construcción.

El resultado es inmejorable, casas apoteósicas, temáticas y en casi todos los casos, becas para los hijos, terapias, ayudas para la hipoteca, carros, en fin.

Fue inevitable pensar ¿qué pasaría si hiciéramos la versión colombiana?, es decir, si uno de los aclamados canales privados de los que hacemos gala, impulsara Reconstrucción Total.

Partamos del casting. No entiendo muy bien la dinámica de los “galanes endémicos” pero creo que por ahí se barajarían nombres como Lincon Palomeque, Gregorio Pernía, Sebastián Martínez (aunque dudo que sepa clavar una puntilla), o Diego Cadavid. Obviamente la elección depende del tipo de contrato que tenga con el canal, si es en RCN ni modo de pensar en Jorge Alfredo Vargas, si es en CARACOL, Jose Gaviria quedaría totalmente descartado.

El grupo de diseñadores serían personajes de nuestra farándula que fungirían como dominadores de novedosas técnicas de construcción (eso para el público), la verdad es que siempre estarían asesorados por verdaderos profesionales del diseño interior, la arquitectura, la iluminación, etc.

Ellos serían los que sí trabajarían tras bastidores.

Por consiguiente, se me ocurre Amparo Grisales para los exteriores, sin duda su cuerpo remendado y bronceado artificialmente haría un contraste ideal con la fealdad de los jardines en procura de una mejora. Marbelle debe estar, ella con su aspecto proletario y bonachón se encargaría de los muebles, sólo ella con la fuerza que parece tener, sería capaz de cargar los chifonieres restaurados al segundo piso (no nuevos, salen muy caros para el canal). Además, su abolengo y camino al estrellato, sería un gancho ideal para que los "muebleros" de la calle 68 dieran “ñapa” o por lo menos hicieran rebajita. ¿Quién podría decirle – no alcanzo Monita – a la Reina de la tecnocarrilera?

El Director sería “Charria” pues él y sólo él puede complacer los caprichos de la infaltable Laura Acuña, quien haría falsos directos desde Aruba, mientras los constructores se baten estabilizando el piso de una comuna en Ciudad Bolívar.

Nos faltaría un miembro (el más importante), aquel de la logística, los “chanchullos”, los permisos inmediatos, las “mordidas” y las comisiones de rigor. Se me ocurre Andrés Felipe Arias.

Ahora sí la creación del episodio piloto. La seleccionada (a dedo en el directorio) sería una familia en Tunjuelito, Matatigres, Las Cruces, Danubio, Compartir, La Belleza…, obvio, con índices de 46% de pobreza en el país, no creo difícil atinarle a una familia necesitada.

Llegarán al barrio Lucero Alto, los primeros que hacen un anillo de seguridad son los escoltas de cada una de nuestras divas, quién sabe, con tanto loco por ahí y Amparito con sus lentes de Sol que valen más de medio millón de pesos, puede ser el objetivo de cualquier terrorista con ganas de alimentar a sus hijos. Después Marbelle baja del bus y ahí mismo suena el trepidante resonar de “Collar de Perlas” que a la postre será la banda sonora del programa (Marbelle hará notar que es una de las cláusulas de su contrato). Jose Gaviria (José sin tilde, suena más global) abre una ventana del bus y desde allí aseverará que la casa es tan espantosa por fuera como lo debe ser por dentro. No se baja.

Finalmente sale el personaje de los permisos y la política del programa. Andrés Felipe Arias será el encargado de dirigir el programa, de gestionar desalojos, demoliciones y de dar entrevistas. Precisamente es él, quien a ritmo de tecnocarrilera se posa delante del tugurio elegido y con un megáfono dice “buenas tardes familia Rodríguez” (lo de buenas tardes, fue porque Laura Acuña no pudo llegar por la mañana y el Director sabe que no le puede decir nada).

Al primer llamado nadie responde, pues la madre está trabajando con su hijo pequeño en un semáforo (he escuchado que si uno pide en la calle con un niño pequeño, es mucho más redituable), el padre figura en la ficha que le pasan a nuestras “estrellas” como –desconocido-.

Tras un par de llamados es la hija mayor de 17 años y un vientre que anuncia la llegada de otro colombiano quien abre la puerta y nos da la bienvenida. De igual forma lo hacen sus dos hermanos y la niña pequeña.

No se oyen gritos ni algarabía pues no se sabe para qué están estas “celebridades” allí. Después de la debida instrucción por parte del Director, los elegidos deben fingir la sorpresa de nuevo.

Con precisión estricta, esta vez los niños y la joven embarazada salen de la casa gritando y vitoreando a Marbelle, al canal, a Laura y a todos los que hicieron este milagro posible. Sin espera alguna, Andrés Felipe monta a los atónitos participantes en un bus que los llevará al paraíso elegido…Melgar. Los tiquetes en Expreso Bolivariano ya están listos y fueron canje por el product placement que la marca tendrá durante un par de minutos del programa. Cabe anotar que mientras recogieron a la familia, el automotor hizo un trancón monumental, nadie dijo nada porque ahí estaban las cámaras.

Ya con la familia en marcha y la casa sola empieza la demolición, en teoría debe durar un día, pero Andrés Felipe no ha conseguido a su contratista de “confianza”, lo que retrasa la grabación tres días más. Por fin empiezan a demoler, los retrasos son sustanciales pues hay un Director de obra, un Supervisor General, un Supervisor de Área, un Capataz encargado, un Veedor del IDU, un Coordinador de Proyectos y un obrero, este último se gasta cuatro días más tirando abajo la vivienda. La noche del séptimo día Laura le dice a la familia beneficiada que se quede otro ratico de vacaciones. El gerente del hotel Sumapaz, donde se hospedan los ganadores empieza a inquietarse con la cuenta y envía una nota donde pide anticipo. Nadie contesta dicha misiva.

Con irregularidades en la contratación, presupuestos acéfalos e inconsistencias con el cronograma, se construye la nueva casa. Es la mañana del día veintisiete y por fin la familia regresa. Un poco más hoscos que cuando se fueron, retornan a la que será la casa de sus sueños. Laura Acuña vino en primera clase desde Aruba para el magno evento. Marbelle se hizo su quinta liposucción y Jose Gaviria se bajó del bus. La casa que no supera los cien metros cuadrados tuvo un ingente valor de dos mil quinientos millones de pesos, la entrega se hace de día pues hay un pequeño problema con la luz, la programadora se compromete a venir en los días subsiguientes a subsanar lo que en el contrato figura como “pequeñas imperfecciones”.

Por causa de un trámite mal ejecutado, la casa que se ubica en el barrio Lucero Alto y era de estratificación uno, ahora es estrato cinco. El contratista no alcanzó a llegar y las máquinas aún están al frente de la vivienda.

Carolina Cruz quien casualmente se lanza al mundo de la música, interpreta el primer sencillo de su nuevo trabajo discográfico, el cual es amablemente regalado a la multitud que vino a ver. A la madre le regalan un coche para que lleve a su hijo a sus largas jornadas en los semáforos y Marbelle le da a cada integrante de la familia una foto autografiada, en ella luce una ceñida trusa fucsia, prenda que resalta sus nuevos atributos.

Jose Gaviria hace entrega de los recibos que llegaron durante la ausencia de los ganadores y el pago deducible de la cuenta del hotel Sumapaz (10%). Se apaga la música, el Collar de Perlas se ahoga rimbombante mientras que el bus de las celebridades se aleja de la periferia para volver al bulevar de las estrellas, estrellas que nos deslumbran a pesar de que están a 2600 metros de altura.

"Bienvenidos a casa familia Rodríguez, bienvenidos a casa".