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martes, junio 08, 2021

GENTE DE BIEN

Dos dedos de frente son suficientes para notar que hoy estamos siendo víctimas de un discurcito zurdo, siniestro, lastimero y victimizador que objeta lo que es y exalta lo que no es.


Cometa usted la estupidez de perder el tiempo razonando, citando datos, cifras, estudios y ejemplos históricos; ¡todo será en vano! El zurdo promedio no solo no va a admitir su devoción a una ideología fallida, mezquina y miserable, sino que de manera automática se defenderá victimizándose o usando alguna figura retórica (usualmente la ironía), para atacar con sevicia a quien ose cuestionar su retorcida lógica (si es que no menciona a ya sabemos quién). 

Así nace el sarcasmo ridículo: GENTE DE BIEN. Utilizado asiduamente con desprecio por los que cubren (desde la calle y/o desde el teclado) con palabras populares y románticas, fechorías violentas y salvajes. Eso sí, solo las cometidas por hampones de ideología  zurda.

¿Y qué significa ser 'gente de bien'? Normalmente llamaríamos así a las personas (gente) que hacen el bien. Seres humanos cuyas acciones son aptas para satisfacer, directa o indirectamente, una necesidad humana. Actividades que conllevan utilidad y beneficio, público o privado. Gentes que nunca trasgreden los derechos ajenos (ni empatizan con los que lo hacen), para imponer los propios. Elementos productivos y útiles para una sociedad o una comunidad.

Sin embargo en Colombia, en donde los odiadores enfermizos hacen más bulla, 'Gente de bien' es sinónimo de paramilitar, asesino, oligarca, egoísta, indiferente,... Y obvio, el infaltable: uribista.

Pues así duela (porque sé que le duele a los del resentimiento delirante), la gente de bien trabaja honestamente. Comprende que a mayor esfuerzo, mejor recompensa. Cuando se manifiesta, lo hace sin causar perjuicio a otros, como se ha demostrado varias veces. Entiende que la desigualdad en el país es ancestral y que no se combate cometiendo actos terroristas en contra de sus vecinos y coterráneos. No apoya ni exalta a los violentos y a los hampones, así ellos digan que todas sus fechorías las cometieron por el interés del pueblo y por amor a él. La gente de bien respeta las opiniones opuestas, aun cuando no las comparta. Es capaz de razonar un hecho tan obvio como la relación entre deberes y derechos. La gente de bien no politiza los delitos, no romantiza la delincuencia matizándola con ideologías. No se rinde ante la retórica política que seduce y empodera a ignorantes y resentidos sociales. La gente de bien está "mamada" de la gentuza que impone sus ideas con violencia y que cuando se ve confrontada, se victimiza. La gente de bien está hastiada de que se aprovechen de su nobleza. La gente de bien, se está agotando de serlo. ¡Preocupante!

Para finalizar esta reflexión, y en medio de un desaliento social muy profundo, invito a todos a emular a la criticada Gente de Bien. Probablemente con más gente que construya el bien logremos un país que no se autodestruya tan mal.


El Pelirolo (ig) (fb) (tw)