Los mamertos a grito herido aseguran que ya somos o estamos peor. ¡Siento algo de lástima por ellos! Dios los libre de sufrir una verdadera dictadura. A veces, en estas noches aciagas y días de incertidumbre me divierto buscando los videos en Youtube en donde salen los colombo-socialistas que quedaron atascados en La Habana porque la pandemia los sorprendió de "vacaciones" allá. Sollozantes y con lágrimas en sus ojos claman al gobierno, que hace cinco meses intentaron bajar a punta de cacerola, que LOS SALVE. Evidentemente vivir el socialismo desde los libros y de vacaciones, es algo completamente diferente a ser el doliente de ese malogrado y fallido sistema.
Con todo eso, no deja de ser inexplicable que un amplio número de colombiANOS siga antojado de una cucharada de la mi...el del 'sueño bolivariano'.
Volviendo al tema que motivó esta columna, quiero decirles que durante mucho tiempo he oído, presenciado y confirmado testimonios de amigos que vivieron, trabajaron o son de la tierra de 'El Libertador', y puedo decir sin miedo a equivocarme, que el momento más cercano que estaremos de ser Venezuela es precisamente este que estamos viviendo.
El Covid 19 logró en menos de cuatro meses lo que toda la recalcitrante* izquierda colombiana no ha podido hacer en más de 70 años de viles intentos. Como dicen los mexicanos, "valieron madre" los Petros, los Cepedas, los Samper y todos los Santos. Valió madre toda su violencia, sevicia y mentira; las guerrillas narcoterroristas camufladas bajo la retórica de una ideología mezquina y seductora. El lavado de activos del narco bautizado delicadamente como "paz". Los discursitos de balcón, la autoproclamación de la lucha anticorrupción y la fastidiosa verborrea acerca de que los empresarios deberían mantener a los desocupados, la redistribución equitativa de la riqueza, la revolución, la resistencia, el sistema opresor y feudalista, Uribe, Duque, bla, bla, bla, bla, bla, bla...
120 días del virus 'Made in China' en la punta del poder mundial y criollo, bastaron para degradar casi al 30% de la clase media un nivel (o eso es lo que se estima) y de poner el barril de petróleo por debajo del precio de una Big Mac.
Cuatro meses para ver cómo mucho rebuscador y camellador informal se convence del discurso de la alcaldesa de Bogotá (comparada risiblemente con Ángela Merkel) que reza que el Estado puede y debe sostener a todo el país hasta que la cura contra el bativirus sea encontrada (?). La misma Nayibe 'Merkel' que ha repartido, gastado y malversado más de 200mil millones de pesos (vea el informe) mientras que todos tenemos la vista y la atención inmersa en la pandemia.
En todo el país el olor a pyme moribunda impregna nuestros más profundos miedos, los dedos acusadores se levantan como en un tiroteo de ascensor, mientras que la palabra "reinvención o reinventarse" se prostituye en redes sociales para vender cursos y diplomados online. Los que deberían estar armando revolución para que los dejen salir del confinamiento para trabajar (por lo menos en Bogotá), silenciaron el ímpetu rebelde de hace unos meses por un mercado de tomates magullados, lechugas en mal estado y enlatados con fecha vencida... Todo porque es "gratis", verbigracia a como empezó Venezuela hace unos años su caída al paraíso del socialismo del siglo XXI.
¿No querían socialismo? Aquí lo tienen en su "forma más deforme". Este dictador es invisible, no tiene programa de "aló presidente", no sale en los medios ni en Twitter escupiendo mentiras y odio, no prepaga periodistas y columnistas tocayos, no habla con pajaritos, no se inventa un cáncer para salvarse de una sanción, no manda a sus hijos a estudiar a Europa, no se trata una gastritis con la medicina cubana, no querría ser Presidente de ningún país, y menos de Colombia. El Coronavirus es tan malo como la prensa quiere que sea; tan asesino como los gobernantes, que están robándose los impuestos, lo pinten y lo griten (hasta con megáfono); tan cínico como todos aquellos que se ofendieron porque la 'Vice' se atrevió a decirle al país con los niveles de productividad mas bajos de la OCDE** que no fueran a atenerse a que el Gobierno los subsidiara eternamente, ¿cómo se atreve?
Colombia, por cuenta y culpa del Coronavirus, se está volviendo la receta para el fracaso presente en todos los países con gobiernos y sistemas económicos zurdos: 3/4 de Venezuela, dos litros de Chile reciente, esencia cubana añeja y una taza de Argentina peronista-kichnerista.
Sé que suena irónico, pero espero que el virus chino nos abra los ojos.
Que ya con los pies metidos en la piscina de la ruina bolivariana-progresista, sepamos que no nos debemos tirar de clavado en ella, y que si lo hacemos, vamos a llegar al fondo más rápido que otros países que cuando lo hicieron tenían más aire y capacidad que nosotros. Espero que identifiquemos a todos esos que se benefician de la pandemia y hacen política con ella. Espero que nos demos cuenta de que a un dictadorzuelo tan ecuánime como el Covid 19, no le importa si usted es diestro, zurdo, antiUribe, proUribe, tibio o ultraFajardista, rojo, azul, verde, amarillo, ateo, católico, evangélico, agnóstico, terraplanista, influencer, influenciado, bobo, vivo, González o Tapia.
Esperemos que este virus, made in China salga tan malo como lo que producen allá y se dañe rápido, antes de que el dañado definitivamente sea nuestro país.
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Bonus 1: hoy en Twitter es tendencia #MañanaQueSePrendaPeo. Hashtag que nace del desespero de los venezolanos por vivir en un "edén" sin agua, electricidad, medicamentos, trabajo, transporte (y la cereza del pastel), sin gasolina ni gas doméstico.
Bonus 2: hace tiempo lo dije aquí, ningún dictador ha salido de su torre de marfil por las buenas, a Maduro y sus huestes hay que sacarlos esposados o con los pies por delante. Ni Trump, ni Duque ni nadie, por más buenas intenciones los va a liberar de esa cárcel, de todo corazón: ¡Suerte, hermanos!
* palabra favorita de uno de mis mejores amigos y el más "recalcitrante" contradictor.
** OCDE, organización cuya admisión le celebraron a Santos a rabiar y a Duque le critican (tal parece que la productividad es indirectamente proporcional a la incoherencia colectiva).
